El País

La economía se derrumbó un 11,5 % en marzo

La economía de Argentina profundizó en marzo pasado la recesión que la golpea desde hace dos años y anotó una desplome interanual del 11,5 %, afectada ya por las primeras medidas de aislamiento obligatorio dispuestas por el Gobierno de Alberto Fernández para hacer frente a la pandemia del COVID-19.

La producción de bienes y servicios se derrumbó 11,5% en marzo pasado en forma interanual, y sufrió la peor caída desde mayo del 2009, informó hoy el INDEC.

A la baja que venía mostrando la actividad en los últimos dos años, se sumó el durísimo impacto de la cuarentena aplicada a partir del 20 de marzo último, ante la pandemia de coronavirus.

El Estimador Mensual de Actividad Económica (EMAE) mostró una caída del 9,8% respecto de febrero.

Como consecuencia de la contracción registrada en marzo, la economía cayó en el primer trimestre del año un 5,4%, comparada con igual período del año anterior.

“Todos los sectores de la economía se vieron golpeados por las medidas sanitarias dispuestas por el Gobierno”, observó la consultora Orlando Ferreres en un informe.

De acuerdo a los datos del Indec, catorce de los quince sectores de actividad mostraron caídas interanuales en marzo.

Los sectores de peso de mayor incidencia negativa fueron la industria manufacturera (-15,5 % interanual) y la construcción (-46,5 % interanual), que, según el organismo oficial, explican en conjunto un tercio de la retracción del nivel general de actividad.

Otros sectores relevantes en la economía también se derrumbaron, como la agricultura y la ganadería (-8,1 %) y el comercio (-11,2 %).

Actividades de menor peso relativo en el tejido económico, pero igualmente significativas mostraron niveles abrumadores de caída, como la pesca (-48,6 %) y los hoteles y restaurantes (-30,8 %).

El único sector que mostró un avance respecto a marzo de 2019 fue el de los servicios de electricidad, gas y agua, que mostró una mejora del 6,7 %.

Las estrictas medidas de aislamiento, que implicaron la paralización de buena parte de la actividad económica, afectaron durante doce de los 31 días de marzo. Por eso las perspectivas son peores para abril, donde las restricciones se prolongaron durante todo el mes, aún con el regreso muy parcial de ciertas actividades productivas.

“Para lo que resta del año, la evolución de la actividad dependerá preponderantemente del ritmo y la manera en la que se vaya retomando la actividad en los distintos sectores de la economía, situación sobre la que aún no hay certezas”, apuntó Orlando Ferreres.

El Gobierno ha flexibilizado en las últimas semanas algunas actividades comerciales y productivas, pero las restricciones son aún altas en la capital y la provincia de Buenos Aires, que concentran casi la mitad de la actividad económica del país.

Mientras que la última proyección del Gobierno es de una caída del PIB del 6,5 % en 2020, los pronósticos privados sobre la marcha de la economía argentina para este año son cada vez más pesimistas.

Los expertos que mes a mes consulta el Banco Central para su informe de expectativas vaticinan ya para este año una caída del PIB del 7 %, cuando a inicios de este año preveían una contracción anual del 1,5 %.

Pero hay pronósticos privados que avizoran un hundimiento mayor de la segunda economía suramericana. “En rigor, lo que sobrevendrá es un derrumbe de la economía cercano o superior al 10 %”, aseveró en un informe la consultora Massot, Monteverde & Asociados, para la que la previsión oficial de un derrumbe del 6,5 % este año “peca de optimista”.

Para esta firma, el aislamiento obligatorio ha obrado una “parálisis del aparato productivo en su conjunto, cuyas consecuencias más graves todavía no son visibles”. Si se cumplen sus proyecciones, el derrumbe del PIB este año será el peor desde 2002, cuando se desplomó un 10,9 % en medio de unas de las más severas crisis económicas, sociales y políticas que recuerde el país.

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